Investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han descubierto que un nivel bajo de actividad física en la edad preescolar y de primaria se asocia después con un menor rendimiento de la memoria de trabajo en la escuela primaria y en la adolescencia, respectivamente.
La investigación, que publica hoy la revista The Journal of Pediatrics, ha analizado el papel del deporte y el sedentarismo en la función cognitiva de más de 1.400 escolares de Menorca, Valencia, Sabadell y Guipúzcoa para comprobar qué efectos tiene la actividad física temprana en la memoria de trabajo de niños y adolescentes.
Según ha explicado la investigadora del ISGlobal Mónica López-Vicente, primera autora de la publicación, el trabajo ha sido realizado a partir de test neuropsicológicos y cuestionarios completados por los padres sobre el estilo de vida de sus hijos.
López-Vicente ha señalado que una de las funciones más relevantes para el aprendizaje y el rendimiento académico es la memoria de trabajo, es decir, la capacidad de almacenar la información durante un corto período de tiempo para el procesamiento cognitivo.
Las conclusiones de esta investigación indicaron que los niños que habían mostrado un nivel bajo de actividad física extraescolar a los 6 años rindieron significativamente por debajo de los más activos, en el test de memoria que se les realizó en la adolescencia.
Esta asociación también se encontró de forma leve en los niños de 7 años que habían tenido bajos niveles de actividad física a los 4 años.
Otra de las conclusiones es que el comportamiento sedentario temprano puede influir negativamente en la maduración cognitiva posterior en la adolescencia, pero sólo en niños varones.
“La asociación entre la actividad física y la memoria de trabajo en los niños se ha analizado en pocos estudios, pero los que lo han hecho generalmente sí han apoyado esta relación positiva”, ha subrayado la investigadora del ISGlobal.
“Nuestro estudio es el primero en analizar la asociación longitudinal entre los hábitos de actividad física extraescolares y la memoria de trabajo en dos períodos clave de maduración cognitiva”, ha detallado López-Vicente.
Jordi Sunyer, jefe del programa de Salud Infantil de ISGlobal y coordinador del estudio, ha añadido que “estos hallazgos muestran la importancia de promover hábitos de actividad física y de reducir el sedentarismo desde etapas tempranas para aumentar el potencial cognitivo de los niños”.
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