miércoles, 1 de agosto de 2018

El arte de Pensar de manera adecuada no a los Pensamientos Erroneos

Los ocho errores que comete su cerebro cada día ANÍBAL RUIZ
Descubra cómo sus pensamientos le 'engañan' y aprenda a identificar las causas para tomar decisiones de un modo más racional. Tomar las decisiones correctas no siempre es fácil; y menos todavía si nuestro propio cerebro nos engaña. Por eso es conveniente conocer en qué consisten esos errores que cometemos subconscientemente: así podremos decidir de un modo más racional. Sabiendo cuáles son, será más fácil que nos demos cuenta de que no estamos tomando el camino más adecuado en una determinada situación... incluso si finalmente decidimos seguir nuestros instintos y obviar los siguientes errores que cometemos cada día, recopilados por Belle Beth Cooper y publicados en Business Insider:
 Rodearnos sólo de ideas y personas que apoyan nuestras creencias Nuestras amistades suelen estar compuestas por individuos que tienden a tener, si no una filosofía de vida parecida a la nuestra, sí comportamientos que consideramos adecuados y similares a los propios. Eso significa que, para reafirmar nuestra ideología, evitamos enfrentarnos a informaciones o personas que la contradigan. Preferimos nutrirnos de hechos que confirmen lo que defendemos, una tendencia psicológica denominada sesgo de confirmación. Esta actitud se confirma en un estudio de la Universidad Estatal de Ohio: cuando leemos una opinión que se alinea con la nuestra empleamos hasta un 36% más de tiempo en ello. Sin embargo, la única manera de impedir que nuestros principios nos encierren completamente en un mundo equivocado es desafiar esas creencias habitualmente. Hemos de intentar situarnos en un plano imparcial, donde no nos convirtamos en nuestro peor enemigo a la hora de tratar de alcanzar la objetividad.
  Intercambiar factores y resultado En ocasiones, llegamos a la conclusión de que algo tiene un cierto efecto -bueno o malo- sin tener en cuenta qué papel juegan sus componentes. Es decir, juzgamos el contenido por el envoltorio, como nos ocurre, por ejemplo, con las universidades más prestigiosas del mundo. ¿Nos hemos parado a pensar que quizá Harvard o Stanford obtienen excelentes resultados porque reciben a los mejores alumnos y no tanto por su calidad de enseñanza? ¿O que las modelos no son como son gracias a los tratamientos de belleza que anuncian? ¿Y qué hay sobre el envidiado cuerpo de los nadadores? En realidad, y como defiende Rolf Dobelli en su libro El arte de pensar, en el físico de esos deportistas influye mucho más su genética que el entrenamiento. Por mucho empeño que pongamos en tener un cuerpo escultural, una cara bella y joven o una inteligencia brillante, nadar, embadurnarnos de cosméticos o matricularnos en Oxford probablemente no nos sirva de mucho. Donde sí funciona este factor es en el mundo de la publicidad, ya que, sin él, muchas de las campañas no cuajarían entre el público.  Dar importancia a cosas irrecuperables En su libro Pensar rápido, pensar despacio, el psicólogo Daniel Kahneman explica que, debido a la prevalencia evolutiva de los organismos que priorizan evitar amenazas antes que maximizar las oportunidades, con el paso del tiempo, nuestro comportamiento ha terminado dando más importancia a las pérdidas que a los beneficios que algo pueda aportarnos. La siguiente reflexión podría aclarar este punto: ¿Qué sentimiento supone un mayor impacto -positivo o negativo-, el nacimiento de un hijo o la muerte del mismo? Cuando lo que no se puede recuperar es el dinero, un ejemplo que podría ilustrar esta manera de pensar sería este: comprar una entrada de cine para ver una película y quedarse hasta el final incluso si es el peor filme de la historia, con la excusa de que, así, la pérdida es menor que en caso de abandonar la sala. No obstante, lo mejor sería dejar atrás el pasado -el dinero invertido- y disfrutar del presente, saliendo del cine y haciendo algo que realmente mejore nuestra vida. De lo contrario, ese pasado nublaría el citado presente y quizá el futuro.  Predecir basándonos en probabilidades Cuando algo ha ocurrido muchas veces, tendemos a pensar que, más adelante, habrá más opciones de que adivinemos cuál será el próximo resultado. Pero, al igual que al lanzar una moneda al aire, que salga cara o cruz no depende de lo que haya salido antes, por mucho que tras 10 cruces seguidas pensemos que es más probable que lo siguiente sea una cara. Este comportamiento del cerebro humano puede tener consecuencias muy negativas en el caso de los adictos al juego. Muchos creen que los buenos resultados llegarán tarde o pronto, aunque al final no sea siempre así. Para entonces puede ser demasiado tarde.
  Autoengañarnos con compras innecesarias Se trata de un pensamiento comparable al síndrome de Estocolmo... pero en versión shopping. Si compramos algo que no nos hace falta o no es lo que esperábamos, solemos autoconvencernos de que no es tan malo y sí podría tener alguna utilidad. Esto responde a nuestra predisposición a esquivar la disonancia cognitiva, estado en el que dos ideas contrarias chocan entre sí, provocándonos una situación de falta de armonía que en ocasiones se vuelve insoportable. Pero evitar este fenómeno es complicado porque generalmente actuamos antes de reflexionar, movidos por impulsos, y dejando el razonamiento para después.
 Decidir por comparación En lugar de tomar una decisión teniendo en cuenta todas sus ventajas e inconvenientes, habitualmente nos decantamos por algo tras compararlo con otra cosa. Un ejemplo de esta manera de pensar es el surgido de un experimento del psicólogo Kahneman: puso a la venta dos tipos de chocolate: uno genérico y otro de mucha calidad. El simple costaba 1 céntimo y el prestigioso, 15 céntimos. La mayoría optó por gastarse 15 céntimos, debido a que se encontraban ante una ganga. Sin embargo, después repitió la prueba con otro grupo y cambió los precios. Ahí, el chocolate corriente pasó a ser gratis y el de calidad, costaba 14 céntimos. Aunque el mejor de los chocolates estaba aún más barato, la mayor parte prefirió no pagar nada. Otro caso en el que puede observarse este comportamiento es cuando nos encontramos con un precio trampa, que parece valorar igual dos productos en principio caros, pero cuya calidad o cantidad difiere en gran medida. Al hacer esto, el que ofrece más ventajas obtiene el favor de muchos consumidores, algo que no sucedería si no existiese ese otro producto con el que compararlo. Sin él, las ventas del producto de calidad descenderían en favor de otros peores que tuviesen un precio mucho menor.
 Fiarnos de los recuerdos más que de las evidencias científicas Un estudio llevado a cabo en Chicago asegura que nuestros propios descubrimientos y experiencias nos llevan muchas veces a dejarnos llevar por ellos, sin atender a los hechos objetivos, ignorándolos aunque estén claramente frente a nosotros. Si en un ejercicio nos piden determinar si en un texto hay más palabras acabadas en “ando” -como “terminando”- o vocablos cuya penúltima letra sea la “d”, la mayoría de nosotros dirá que abundan en mayor medida los términos que finalizan en “ando”, puesto que nos vienen a la memoria muchos más gerundios que palabras con la letra “d” en la posición mencionada. Sin darnos cuenta, pasamos por alto que en todos esos gerundios también se cumple la otra opción y caemos en el error de responder incorrectamente por obedecer a nuestros recuerdos.  Guiarnos por estereotipos

domingo, 29 de abril de 2018

Los 100 Habitos de Los Mejores

The Clarity Chart


Habit #1 is Seek Clarity. Use this tool to remain intentional about who you are being, how you are treating others, and what really matters.

Habito 1
Se muy Claro
Fija tus Objetivos con Claridad

Habito 2
Esfuaerzate en conseguir tus objetivos

Habito 3
Pon Mucha Pasión

Habito 4

Actúa con tus Objetivos en mente



Habito 5

Rodeate Bien

Habito 6
Trata bien

Habito 7

Gratitud

Habito 8

Se sano
Habito 9
Haz lo que te apasiona

Habito 10
Mejorate cada día


Compromiso  100

Disfruta de la vida

Genera Confianza

Comprometete con La felicidad


lunes, 23 de abril de 2018

Para que La TIROIDES funciona

YODO
SELENIO
Azufre
Cortisol
Sistema Nervioso Pasivo : Hace falta calma
Magnesio
Respiración Profunda
Jugo de Vegetales
Activa el Sistema nervioso pasivo

martes, 6 de marzo de 2018

11 rasgos de los Mejores

As I have visited Training Camps the last few weeks I've been sharing what the best do better than everyone else. These principles and characteristics are not just for athletes, however, but are for anyone who wants to strive for greatness and be their best. In this spirit here are the 11 tips from my book Training Camp.
1. The best know what they truly want. At some point in their lives, the best have a “Aha!” moment when their vision becomes clear. Suddenly they realize what they really, truly want to achieve. They find their passion. When that happens they are ready to pay the price that greatness requires.
2. The best want it more. We all want to be great. But the best of the best are willing to do what it takes to be great. The best don’t just think about their desire for greatness; they act on it. They work hard and do the things that others won’t do, and they spend more time doing it.
3. The best are always striving to get better. They are always looking for ways to learn, apply, improve, and grow. They stay humble and hungry and are lifelong learners.
4. The best do ordinary things better than everyone else. For all their greatness, the best aren’t that much better than everyone else. They are simply a little better at a lot of things. They work hard to master the fundamentals. They don’t do anything different. They just do the ordinary things better.
5. The best zoom focus. The best focus on what matters most and tune out distractions. Distractions are the enemy of greatness and the best don't let distractions get in the way of their growth and improvement.
6. The best are mentally stronger. Life is not a sprint or a marathon. It’s a series of sprints combined with a boxing match. You’re not just running; you are getting hit along the way. The best are able to overcome adversity and challenges. with mental and emotional toughness.
7. The best overcome their fear. Everyone has fears. The best of the best all have fear, but they overcome it. To beat your enemy, you must know your enemy. Average people shy away from their fears. They either ignore them or hide from them. However, the best seek them out and face them with the intent of conquering them.
8. The best seize the moment. When the best are in the middle of their performance, they are not thinking “What if I win?” or “What if I lose?” They are not thinking “What if I make a mistake or miss the shot?” They are not interested in what the moment produces but are concerned only with what they produce in the moment. The best define the moment rather than letting the moment define them.
9. The best tap into a power greater than themselves. The best are conductors, not resistors. When the best look back on their life and accomplishments they know they didn't accomplish it alone. They know a higher and greater power guided and fueled them on their journey.
10. The best leave a legacy. The best live and work with a bigger purpose. They leave a legacy by making their lives about more than them.
11. The best make everyone around them better. They do this through their own pursuit of excellence and in the excellence they inspire in others. One person in pursuit of excellence raises the standards of everyone around them. And as they strive for greatness they bring out the greatness in others.

Para Toda Actividad de la Vida Hay que Buscar la Mejora

Nada se consigue en la vida sin ganas de Mejorar
Sin actitud de mejorar
Sin actos de mejora

domingo, 7 de enero de 2018

Autismo: cinco desafíos para 2018

Autismo: cinco desafíos para 2018 (y más allá)

Educar a un niño es ya un desafío lo suficientemente complejo como para añadirle extras, con lo que podrán imaginar que las sorpresas que suma el autismo no siempre son agradables. De hecho, cada día representa un nuevo desafío. Te levantas preguntándote con qué ecolalia arrancará el día, si te montará el 'numerito' en el colegio mientras el resto de padres te dedican esas maravillosas miradas, si comerá, si se relacionará algo o nada, si beberá agua, si colaborará en la terapia, si te mirará cuando estés con él. El día bueno es extraordinario. El malo...
Hoy por hoy son pocas las alternativas que los padres de niños con autismo tienen en su mano para desarrollar las capacidades de sus hijos. Menos aún si no pueden permitírselas y dependen de un Estado que, seamos realistas, en la actualidad no está ni mucho preparado para atender a las personas con necesidades especiales como estas se merecen. Pero no es solo la Seguridad Social lo que necesita un empujón -en todos los sentidos-, pues los desafíos que enfrentamos son múltiples y variados y conciernen a toda la sociedad.
La lista podría hacerse interminable si pormenorizamos y, seguramente, sería incompleta, pues nosotros mal que bien podemos contar nuestra experiencia, necesidades y déficits en los tres años y medio que tiene nuestro hijo, con lo que intentar ponernos en la piel de casos más complejos -o más sencillos- se nos antoja imposible. Por eso hemos querido reducir a cinco los grandes campos en los que creemos que España necesita mejorar, avanzar y evolucionar por el bien de nuestros pequeños.

Agilización del diagnóstico

Quizás el problema más grave con el que nos encontramos desde el primer momento ha sido la burocracia. Pese a que nuestras sospechas comenzaron cuando nuestro hijo contaba 9 meses, su pediatra, ceñida a los protocolos de la Sanidad pública, no nos trasladó a instancias especializadas hasta que cumplió año y medio. Y una vez allí nos costó un tiempo considerable llegar a una primera valoración antes de que nos derivasen a la especialización de AMITEA en el Gregorio Marañón.
Nosotros tuvimos la suerte, la oportunidad y la valentía de avanzar por carreteras secundarias que nos ahorrasen tiempo y procedimientos, y aún así no obtuvimos un diagnóstico válido para el sistema público hasta que nuestro hijo cumplió dos años. De no haber sido por nuestros posibles y coraje, probablemente el diagnóstico no habría llegado por vías ordinarias antes de los tres años, perdiendo un tiempo precioso. Por eso es fundamental, fundamental, que el proceso de diagnóstico se agilice, que la medicina mande y se piense siempre en lo peor, olvidando el ejemplo del niño que no habló hasta los 'x' años y resultó ser completamente normal.

Investigación

Prácticamente cada mes una noticia corre como la pólvora por los foros con una nueva investigación, un nuevo ensayo o un nuevo medicamento que podría, debería y, quién sabe, quizás hasta tendría que solucionar muchos de los problemas de las personas con TEA. Lo cierto es que estamos muy lejos, lejísimos, de encontrar las causas del autismo, el momento exacto en que se desarrolla, cómo lo hace, a través de qué vías o simplemente como paliarlo, como conseguir un punto más de sociabilidad, un punto más de implicación. Siempre hay un medicamento, un tratamiento o una terapia, un descubrimiento genético o una aplicación técnica, pero lo cierto es que a 7 de enero de 2018 estamos igual que estábamos hace tiempo.
Es cierto que la investigación, y más a estos niveles, necesita tiempo y considerables sumas de dinero, pero no lo es menos que, en ocasiones, sí da la sensación de que los esfuerzos, especialmente de las instituciones públicas, deberían apuntar algo más en esta dirección.

Concienciación ciudadana

En mi caso particular me gusta que mis vecinos sepan que mi hijo tiene autismo. Creo firmemente que puede ser una gran ayuda si algún día lo ven solo o haciendo 'algo'. Sin embargo, la visibilidad tiene la doble vara de la incomprensión. Muchísima gente desconoce por completo qué es el autismo y cómo le afecta a personas como mi hijo. Eso en ocasiones deriva en un sentimiento de pena o compasión -por él y por nosotros- y a su vez en una incomprensión que acaba en miedo e, inmediatamente, rechazo.
En la sociedad actual, el bullying es una realidad a todos los niveles, tanto educativos como laborales. Se ve en el colegio, en el parque, en la oficina, en el metro, en el autobús... incluso en casa. Por eso son fundamentales las campañas de información y concienciación. Por eso es importante la visibilidad, las series como The good doctor o Atypical, que se hable de nosotros, de nuestros hijos... Sólo si saben de nosotros nos conocerán y, ojalá, nos llegarán a comprender y respetar. No será un camino fácil ni rápido, pero cuanto antes echemos el primer paso antes llegaremos a destino. 

Adaptación espacios públicos

Una buena primera medida para conseguir la concienciación del resto de la sociedad pasaría por compartir el espacio público, que mi hijo pueda ir al parque porque está tan preparado para él -con pictogramas- como lo está para el resto de niños con protecciones en el suelo. Un ejemplo que podemos extrapolar a cualquier ámbito de la vida pública, especialmente al sistema educativo. Necesitamos más y mejores guarderías, colegios y universidades, necesitamos más profesores y más especializados, necesitamos más aulas TEA, más integradores sociales en los colegios. Y, claro, necesitamos más respeto por el que va un poco más lento, por el que tarda más en hablar o nunca lo hace, incluso por aquel que aún siendo diferente es mucho más inteligente y está años luz por delante del resto de niños que no necesitan apoyos.

Acceso al mercado laboral

Lo que nos lleva al último paso, la vida adulta, aquella en la que para una persona con asperger sea posible conseguir pareja, un trabajo y una vida autónoma e independiente sin tener que cumplir penitencia por ella en forma de miradas, comentarios, bromas o cosas peores cada día de su vida. Que el mercado laboral se flexibilice, que las posibilidades de acceder a un puesto de trabajo sean reales para aquellos capacitados para ello, que existan más pisos tutelados. En resumen, que la sociedad sea más social. Justo lo que nuestros hijos no pueden ser. Por eso nos toca a los demás. Por ellos y por nosotros mismos, para poder mirarnos cada mañana en el espejo antes de encontrarnos la sorpresa o el desafío que toque ese día.